lunes, 16 de marzo de 2015

Aplicación de técnicas de Daniel Cassany en el artículo
El rostro que nos vamos construyendo de Rosa Montero 

Es reconfortante ver como Montero a raíz de sus pasiones personales, cautiva por una impactante historia detrás de una fotografía que supone y se empeña en descifrar, logra involucrar al lector en un texto de opinión, haciendo uso de la comparación y la descripción, llevándolo poco a poco a pensarse y reflexionar con mayor profundidad un asunto que puede ser tan superfluo como también complejo, en una sociedad de lectores colombianos que, como por programación genética rinden culto a la belleza, a esa belleza de piel tersa, lozana y suave que dista tanto de lo que a Montero acongoja en su presente artículo “La vejez”

Una fotografía de Borges en su desconocida e increíble bella y triste juventud, el punto de partida para Rosa y el dedo en la llaga para el lector; La vejez, la compañera inseparable de la experiencia humano, el temor a la perdida vivamente representado.  Montero tiene conocimiento de causa, de vida, de experiencia, sabe que una gran parte de la población le huye a la vejez, es por ello que busca con un lenguaje natural y simplista mostrarle al lector que esa pérdida de rigidez en la piel, firmeza y tamaño del músculo, ganancia de unos cuantos pliegues y manchas, son solo un mensaje del cuerpo.

Así pues, hace todo un montaje dramático de lo terrible que  puede llegar a ser el paso del tiempo, los rastros atroces que deja en quien lo padece, la melancolía de lo que se fue y el desconcierto de ver en lo que te has convertido; Montero quiere arrancar todo sosiego, lograr tener la angustia y desconcierto del lector joven así como permitirle al lector viejo identificarse, asentir con cada línea leída, descansar al sentir que no es el único que gasta su energía y tiempo restante en pensar lo que vivir la vida le ha dejado, en lo injusto que es crecer. 

Todo ello para darle un giro inesperado, un pensamiento menos dramático y una mirada más alentadora a la vejez, suponiendo que a veces lo que se juzga como terrible, trágico o simple es la mejor experiencia vivida para quien porta el objeto, la historia o el aspecto juzgado, “Tal vez ese muchacho lindo de mirada horriblemente triste era una realidad de la que salir corriendo a toda prisa. Tal vez convertirse en tortuga (y en un enorme escritor) le salvara la vida.”

Cuestiona si ¿has cambiado mucho en tu trayecto? e implícitamente alienta a que hagas algo al respecto si ya paso tu tren o flotaron tus muertos, podrías saber qué harías mejor y qué dejarías igual en una nueva oportunidad o si aún tienes un poco de tiempo para esperar tu tren podrías pensar que señas quieres ver aflorar en tu cadáver flotante.

TÉCNICAS APLICADAS
1.    Identificar el propósito
5. Rastrear la subjetividad del autor
6. Detectar posicionamientos
7. Descubre lo oculto
9. Identificar el género
14. Verificar la solidez y fuerza del discurso
15. Hallar palabras disfrazadas
18. Analizar la sombra del lector

22. Meditar las reacciones frente al texto


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