martes, 17 de marzo de 2015
lunes, 16 de marzo de 2015
PERSPECTIVA PERSONAL
Interpretación personal.
El rostro aparte
de ser la imagen que todos vemos o la forma como nos observan, involucra una
serie de enigmas que solo son explicados, y eso en algunos casos, por el
propietario del rostro. En el rostro
reflejamos nuestras alegrías, tristezas, estados de ánimo y son los personas
que nos miran las que en muchos casos hacen una interpretación de este, a veces
equivocada, es por ello que nos ven disgustados cuando solo estamos cansados o
preocupados o nos ven alegres sin saber la carga de dificultades que llevamos
en nuestro ser.
Sobre el rostro
se van marcando cicatrices que van surgiendo en el trasegar de la vida
cotidiana, marcando las alegrías, las
tristezas y el inexorable paso del tiempo, es por ello que comúnmente se habla
que el rostro es el espejo del alma, donde cada experiencia vivida va sumando
grano a grano en la construcción del rostro.
Envejecer es un
proceso, para algunas personas es una etapa muy difícil, sobre todo cuando se
tiene la percepción que no se ha vivido lo suficiente o no se ha disfrutado de
la existencia, por ello perder la lozanía del rostro sin sentir que se ha
vivido genera tristeza por lo que no se ha disfrutado, pero es realmente
agradable llegar al atardecer de la vida con el rostro cargado de arrugas, cada
una construida a base de alegrías y tristezas por las acciones de nuestro
devenir en el mundo.
El rostro es
solo una primera impresión de lo que cada persona es y lo que ha vivido en el
día a día sean situaciones de alegría, tristeza enojo, enfermedad y muchas más
por las que cada persona tiene que pasar y son imposibles de evitar, pero
aparte de eso el rostro también lo construimos nosotros mismos pues tenemos la
capacidad de decidir qué tipo de vida queremos llevar y compartir con las
personas que nos rodean todos los días no importando la edad ni las marcas que
delatan nuestra edad que es lo que acongoja tanto al lector de este articulo
pues aun siendo acianos podemos terminar nuestros días con el rostro que un día
decidimos construir.
Este artículo
nos deja un gran mensaje, pues el ser humano maquilla sus sentimientos,
expresiones y demás cosas que al momento de expresar nos cuenta difícil, o nos
resulta fácil, ya que cada uno es consciente de lo que hace, tiene y dice. El
ser humano tiene la capacidad de decidir en qué estado emocional quiere estar,
por lo tanto también somos capaces de callar y transmitir nuestras sentimientos
a través de miradas y gestos. El rostro y como todo nuestro ser es la más
maravillosa creación de Dios, y por complemento tenemos la esencia de las cosas
en nuestras miradas y expresión de nuestro propio rostro.
HIPOTESIS
El rostro es la
masa en la cual están forjadas todas nuestras alegrías y tristezas acumuladas
durante la vida.
PALABRAS O
EXPRESIONES CLAVES
La vejez, la
compañera inseparable de la experiencia humano, el temor a la pérdida vivamente
representado
Pérdida de
rigidez en la piel, firmeza y tamaño del músculo, ganancia de unos cuantos
pliegues y manchas, son solo un mensaje del cuerpo.
Si ya pasó tu
tren o flotaron tus muertos
Aplicación de técnicas de Daniel Cassany en
el artículo
El rostro que nos vamos construyendo de Rosa
Montero
Es reconfortante ver
como Montero a raíz de sus pasiones personales, cautiva por una impactante
historia detrás de una fotografía que supone y se empeña en descifrar, logra
involucrar al lector en un texto de opinión, haciendo uso de la comparación y
la descripción, llevándolo poco a poco a pensarse y reflexionar con mayor
profundidad un asunto que puede ser tan superfluo como también complejo, en una
sociedad de lectores colombianos que, como por programación genética rinden
culto a la belleza, a esa belleza de piel tersa, lozana y suave que dista tanto
de lo que a Montero acongoja en su presente artículo “La vejez”
Una fotografía de
Borges en su desconocida e increíble bella y triste juventud, el punto de
partida para Rosa y el dedo en la llaga para el lector; La vejez, la compañera
inseparable de la experiencia humano, el temor a la perdida vivamente
representado. Montero tiene conocimiento
de causa, de vida, de experiencia, sabe que una gran parte de la población le
huye a la vejez, es por ello que busca con un lenguaje natural y simplista
mostrarle al lector que esa pérdida de rigidez en la piel, firmeza y tamaño del
músculo, ganancia de unos cuantos pliegues y manchas, son solo un mensaje del
cuerpo.
Así pues, hace todo
un montaje dramático de lo terrible que
puede llegar a ser el paso del tiempo, los rastros atroces que deja en
quien lo padece, la melancolía de lo que se fue y el desconcierto de ver en lo
que te has convertido; Montero quiere arrancar todo sosiego, lograr tener la
angustia y desconcierto del lector joven así como permitirle al lector viejo
identificarse, asentir con cada línea leída, descansar al sentir que no es el
único que gasta su energía y tiempo restante en pensar lo que vivir la vida le
ha dejado, en lo injusto que es crecer.
Todo ello para darle
un giro inesperado, un pensamiento menos dramático y una mirada más alentadora
a la vejez, suponiendo que a veces lo que se juzga como terrible, trágico o
simple es la mejor experiencia vivida para quien porta el objeto, la historia o
el aspecto juzgado, “Tal vez ese muchacho lindo de
mirada horriblemente triste era una realidad de la que salir corriendo a toda
prisa. Tal vez convertirse en tortuga (y en un enorme escritor) le salvara la
vida.”
Cuestiona si ¿has cambiado mucho en tu
trayecto? e implícitamente alienta a que hagas algo al respecto si ya paso tu
tren o flotaron tus muertos, podrías saber qué harías mejor y qué dejarías
igual en una nueva oportunidad o si aún tienes un poco de tiempo para esperar tu
tren podrías pensar que señas quieres ver aflorar en tu cadáver flotante.
TÉCNICAS
APLICADAS
1.
Identificar el propósito
5.
Rastrear la subjetividad del autor
6.
Detectar posicionamientos
7.
Descubre lo oculto
9.
Identificar el género
14.
Verificar la solidez y fuerza del discurso
15.
Hallar palabras disfrazadas
18.
Analizar la sombra del lector
22.
Meditar las reacciones frente al texto
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