Aplicación de técnicas de Daniel Cassany en
el artículo
El rostro que nos vamos construyendo de Rosa
Montero
Es reconfortante ver
como Montero a raíz de sus pasiones personales, cautiva por una impactante
historia detrás de una fotografía que supone y se empeña en descifrar, logra
involucrar al lector en un texto de opinión, haciendo uso de la comparación y
la descripción, llevándolo poco a poco a pensarse y reflexionar con mayor
profundidad un asunto que puede ser tan superfluo como también complejo, en una
sociedad de lectores colombianos que, como por programación genética rinden
culto a la belleza, a esa belleza de piel tersa, lozana y suave que dista tanto
de lo que a Montero acongoja en su presente artículo “La vejez”
Una fotografía de
Borges en su desconocida e increíble bella y triste juventud, el punto de
partida para Rosa y el dedo en la llaga para el lector; La vejez, la compañera
inseparable de la experiencia humano, el temor a la perdida vivamente
representado. Montero tiene conocimiento
de causa, de vida, de experiencia, sabe que una gran parte de la población le
huye a la vejez, es por ello que busca con un lenguaje natural y simplista
mostrarle al lector que esa pérdida de rigidez en la piel, firmeza y tamaño del
músculo, ganancia de unos cuantos pliegues y manchas, son solo un mensaje del
cuerpo.
Así pues, hace todo
un montaje dramático de lo terrible que
puede llegar a ser el paso del tiempo, los rastros atroces que deja en
quien lo padece, la melancolía de lo que se fue y el desconcierto de ver en lo
que te has convertido; Montero quiere arrancar todo sosiego, lograr tener la
angustia y desconcierto del lector joven así como permitirle al lector viejo
identificarse, asentir con cada línea leída, descansar al sentir que no es el
único que gasta su energía y tiempo restante en pensar lo que vivir la vida le
ha dejado, en lo injusto que es crecer.
Todo ello para darle
un giro inesperado, un pensamiento menos dramático y una mirada más alentadora
a la vejez, suponiendo que a veces lo que se juzga como terrible, trágico o
simple es la mejor experiencia vivida para quien porta el objeto, la historia o
el aspecto juzgado, “Tal vez ese muchacho lindo de
mirada horriblemente triste era una realidad de la que salir corriendo a toda
prisa. Tal vez convertirse en tortuga (y en un enorme escritor) le salvara la
vida.”
Cuestiona si ¿has cambiado mucho en tu
trayecto? e implícitamente alienta a que hagas algo al respecto si ya paso tu
tren o flotaron tus muertos, podrías saber qué harías mejor y qué dejarías
igual en una nueva oportunidad o si aún tienes un poco de tiempo para esperar tu
tren podrías pensar que señas quieres ver aflorar en tu cadáver flotante.
TÉCNICAS
APLICADAS
1.
Identificar el propósito
5.
Rastrear la subjetividad del autor
6.
Detectar posicionamientos
7.
Descubre lo oculto
9.
Identificar el género
14.
Verificar la solidez y fuerza del discurso
15.
Hallar palabras disfrazadas
18.
Analizar la sombra del lector
22.
Meditar las reacciones frente al texto
No hay comentarios:
Publicar un comentario